Para quienes como tantas otres y como yo- hemos atravesado los años al amparo de bibliotecas salvadoras, este libro actualiza el estado de la deuda. Escribir sobre gordura, compartir esos saberes críticos que ponen continuamente en jaque el imperio de la norma, interrumpir el juicio y desmentir la imposibilidad de la condena, es arremeter contra un mundo que busca eliminarnos sin dejar rastros.
La politización escritural de los cuerpos gordos desafia asi el estado "natural" de las cosas, allí donde las únicas marcas posibles parecieran ser el registro vigilante de las calorías anotación del peso diario en una bitácora de nutricionista.
El agradecimiento y la deuda son en estas páginas, variantes de la amistad, y también del compromiso.