El trabaio por desentrañar esos puntos oscuros de la cárcel es tan complejo que pocas veces nos detenemos a pensar, desde nuestro rol, qué pasa más allá de esos muros. Es decir, qué pasa en la sociedad, en los barrios, en las familias o en un hijo o hija cuando entra en contacto con el sistema penal.
Para abordar este tema debimos dejar de lado prenociones y conceptos más acotados de nuestra labor, adentrándonos en una experiencia profundamente transformadora. no solo a propósito de nuestro conocimiento sobre el funcionamiento de las cárceles, sino fundamentalmente respecto de las múltiples formas que asume la vida familiar y la enorme potencia de los vínculos maternos y paternos, aun en contextos e institucionalidades muy desfavorables.