Este libro se propone estudiar la relación conflictiva que se establece, en el caso de Roberto Arit, Macedonio Fernández y Leopoldo Marechal, entre las prescripciones realistas del género novelístico y la dimensión metafísica que -de manera singular- está presente la escritura de cada uno de ellos.
Así, en el caso de Los Siete Locos / Los Lanzallamas se estudia los modos en que el texto novelístico se sitúa dentro del espacio canónico del género, pero provocando una auténtica torsión de sus límites, para expandirlos y forzarlos hasta el punto donde la escritura se abre a dimensiones metafísicas.
Museo de la Novela de la Eterna, a su vez, es estudiada como una escritura abiertamente anti-realista, que cuestiona la poética del género deconstruyendo la lógica y las categorías propias de la novela tradicional, desde una metafísica singular que refuta los principios de la filosofía clásica.
Finalmente, Adán Buenos ayres se estudia como una novela en donde el realismo se funde (y se con-funde) con la alegoría, a través de una escritura donde lo realista y lo simbólico se alternan y superponen, generando una cosmovisión tributaria del discurso metafísico en sus vertientes más tradicionales.
Desde esta perspectiva, representan tres escrituras claramente diferenciadas intensamente trabajadas por discursos idiosincrásicos que plasman textos irreductibles para las prescripciones canónicas del género. Esta ponderación debería entenderse, por lo tanto, no sólo como un reconocimiento sino además como una valoración especial de esos tres nombres propios - Roberto Arit, Macedonio Fernández, Leopoldo Marechal- que supieron afrontar, de manera exitosa, el recurrente desafío que la cuestión metafísica nunca deja de proponer al género novelístico.